CARNAVALES 2011

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MURGAS 2011 Mujeres de Aras-«RESISTIRÉ»   _  MURGAS PEÑA CICLISTA «CUENTAME»

Me estás asustado con la crisis,                                                            Cuéntame cómo te ha ido

Todas hacemos como si ná,                                                                   En tu viajar por toda la Contorná

Pero me doy cuentaque no paro,                                                        Cuéntamecómo se encuentran

Esto a mis hijos recordar.                                                                      Las carreteras para circular.

Que si la luz que no gastes apagues,                                                  Háblame del puente los Regajos

Quel agua no la ties que malgastar,                                                   Qu´el arreglo no ha sido ná

La ropa no la laves tanto,                                                                      Cuéntame cuanto dinero

Que aprendas tu también a cocinar.                                                 Han estrajao en esa moná.

Resistiré si me sacanlas perras,                                                        Cuéntame porqué no quitan

Que toa la vida tanto yohe escatimao,                                           Todas las curvas, que fácil son de quitar

Si pa los viajes del inserso no me llega,                                         Al final viene otra empresa

Resistiré resistiré.                                                                                  Hace otro arreglo y todos a ganar.

Resistiré si cuando me jubile,                                                         Háblame de baches y gravilla

Mi pueblo y mi familia marchan bien,                                        Del Collao al Hontanar

Aunque comamos sopa deajo y cebolla,                                   Cuéntame cuantos pinchazos

Gachicas y unas patatas con piel.                                                 Lleva la Peña esta temporá.

Resistiré Resistire…….                                                                     Cuéntame Cuéntame………..

TITAGUAS en los Archivos de la Serranía 1950

NOTICIA GEOGRAFICA
Titaguas está situado al oeste de la región valenciana, aguas arriba del río Turia, en el centro de una extensa llanura enclavada en plena serranía y a 771 metros de elevación sobre el nivel del mar.
Limita al Norte con los términos de Aras y Alpuente; al Sur, con los de Tuéjar y Chelva; al Este, con Alpuente, y al Oeste con Tuéjar y Santa Cruz de Moya, esta última población ya de Castilla.
Tiene el término una extensión superficial de 63´14 kilómetros cuadrados; su longitud de Norte a Sur es de cuatro leguas y de Este a Oeste de dos y media.
Baten el término los vientos del Este y Oeste, hallándose la villa defendida del Norte por una loma, al pie de la cual se encuentra la población, pero el clima es frío, como lo es general en toda la comarca.
Circundan a Titaguas los cerros de la Lámpara, Hontanar del Herrero, Lomilla, Los Picayos, el Alto del Manzano, la Muela Modorra y el Castillo de cabrera, todos ellos de las sierras de Losilla y del Sabinar. Tienen gran riqueza forestal y abundan los pinos, carrascas, alguna encina, sabina, enebros, etcétera, sin que falten romeros, aliagas, espliegos, poleo y tomillo. Los bosques ocupan una extensión de 1.657 hectáreas y son objeto del natural aprovechamiento por parte del Ayuntamiento, que posee junto a otros el monte de la Saltidora, poblado de pinos y carrascos y considerado como el más importante en riqueza forestal de la provincia de Valencia.
El terreno, arenisco y calizo, está regado por numerosas fuentes, entre otras las fuentes del Oro en el barranco de su nombre, la del Pueblo, las fuentes del rebollo, y, sobre todo, el río Turia, que baña el término por la parte occidental, dando lugar a alguna riqueza hortícola.
La economía es esencialmente agrícola. El secano produce cereales, vino y aceite; los montes miel, espliego, poleo y esparto, que son objeto de intenso aprovechamiento industrial; las huertas patatas, judías y verduras en general. Hay alguna riqueza ganadera en lanar y algo de cabrío, y caza que en otros tiempos llegó a ser importante, pues en los montes abundaban los corzos y las cabras monteses. Hoy quedan perdices, liebres, conejos, y entre las alimañas, la zorra. La industria está representada por los tejidos, alfarería, molinos harineros, fábrica de gaseosas y la agrícola en general. Existe una importante Cooperativa vinícola o Bodega de Santa Bárbara.
Las comunicaciones son por carretera, hallándose enclavada la villa al paso de la carretera general Valencia-Ademuz, a 20 kilómetros de Chelva, 59 de Liria, que es la estación ferroviaria más próxima y 84 de la capital de la provincia y Reino de Valencia. Una red de caminos vecinales comunica a Titaguas con las aldeas y municipios vecinos.
Titaguas forma, con las masías dispersas por el término -Manglesa, Regajo, Hebello, el Molinillo-, un Municipio de la provincia de Valencia, partido judicial de Chelva, arciprestazgo de Alpuente y Archidiócesis de Valencia. La iglesia parroquial está dedicada a la Transfiguración del Señor y es un templo antiguo de orden corintio, puede que fuera construido hacia 1526, y dotado de bellas imágenes, en particular la del Nazareno, que goza de gran devoción y cuya festividad se celebra el tercer domingo de enero. Al Norte de la población está la ermita de la Virgen del Remedio.
Cuenta la villa con una población de 1.054 habitantes, según el censo de 11950, cifra que representa una disminución sensible con respecto a censos anteriores, ya que Titaguas contaba a principios del siglo con cerca de 1.500 habitantes.
Los hijos ilustres de la villa son: Simón de Rojas clemente (1777-1827), botánico ilustre, Fray Jaime Polo, lego franciscano fallecido en 1602, que sobresalió por sus virtudes. Padre Enrique Collado y Polo (1809-1884), estudioso de Humanidades, Filosofía y Teología . Cándido Herrero Clemente (1846-1909), celoso coadjutor de la parroquia de su pueblo. Y otros.
NOTICIA HISTORICA
La hoy villa de Titaguas nace en la Historia como una pequeña aldea del señorío de Alpuente. En la partida del castillo de la Cabrera se han encontrado vestigios que denuncian la presencia de una población mora. Si nos atenemos al testimonio histórico no hemos de buscar el origen de Titaguas Más allá del largo período de la Reconquista.
Podemos hacer conjeturas sobre la base que nos proporciona la heráldica municipal, y así como se ha dicho que Aras de Alpuente, la vecina población era el «Ad Aras» de los itinerarios romanos de Antonino, esto es, lugares donde habían altares y estatuas romanas, de Titaguas podemos conjeturar lo mismo. Los emblemas heráldicos de Aras de Alpuente y Titaguas ofrecen de común la presencia de aras o altares, afirmándose también que el primitivo nombre de Aras de Alpuente es Aras de los Olmos, de cuyo nombre pudo ser una derivación el propio olmo circundando por una era de piedra que existe en la plaza principal de la villa. Titaguas también tiene en su escudo un ara sobre la que descansa una columna y una s aspas que la coronan. A derecha e izquierda del conjunto sendos cipreses y sobre la cara anterior del ara tres cruces.
Todo ello parece acreditar también una especial conciencia religiosa que justificaría el por qué la historia de Titaguas gira en torno de su evolución como parroquia. No parece sino que la parroquia preside y encauza el desarrollo de la población, que ha sido parroquia antes que municipio.
También se dice que Alpuente es de origen romano, y nada se opone a que en esta comarca existieran núcleos de población más o menos organizados, pero para llegar a afirmaciones definitivas se precisaría apelar a otros estudios de mayor volumen, sin desdeñar la luz que podría arrojar la práctica de excavaciones en distintos puntos del término.
Sin aventurar nada en el terreno histórico, hemos de considerar a Titaguas integrante de Alpuente en sus orígenes, por lo que la historia de Alpuente se confunde con la de nuestro pueblo hasta que llegamos a la emancipación parroquial y municipal en los siglos XVI y XVIII, respectivamente.
Alpuente fue uno de los pueblos que Zeit Albuceit dio a don Jaime I el Conquistador al concluir con este monarca el pacto contra Zaen. Así, al ser desalojada de moros la población, el Rey Conquistador la mandó repoblar de cristianos, concediendo el año 1262 carta de Población a la villa de Alpuente, por la que quedó libre y señora de las dehesas, bosques y tierras cultas e incultas de su término, y de las aldeas de la Yesa, Aras y Titaguas, que estaban sujetas por privilegio de 1240, según acto recibido por Guillermo de Xaca, y que constituye, al parecer, la primera mención de Titaguas.
En 1236 fue otorgado Alpuente, es de suponer que con sus aldeas, y en unión de otros pueblos, a don Guillermo, XII Obispo de Segorbe. El rey Zeit renovó la anterior donación en 1238, mencionándose en la misma a Alpuente y Tuéjar, no así Titaguas, que sepamos, ni Aras . También se cita la liberal franqueza concedida a Alpuente por don Jaime I ante don Pablo Fernández de Aragón y otros caballeros la carta del Rey Conquistador fue reconocida y agraciada por sus sucesores y en particular por don Jaime II en 1298. En el Privilegio de don Jaime II de 1324 concediendo varias carnicerías a Alpuente, no se mencionan las aldeas de Aras ni Titaguas, sin duda porque gozaban ya de un privilegio particular, La villa de Alpuente fue incorporada a la Corona en 1336 por Pedro II de Valencia. En 1357 y según consta en los Reales Privilegios del Archivo del Reino de valencia, el rey donó a su portero Vidal el derecho al lugar de Alpuente con la condición de pagar 1.500 sueldos Alcaide del Castillo.
Poco a poco va perfilándose en la historia la silueta de Titaguas, que parece todavía en este período diluida en la gran resonancia del señorío de Alpuente.
En sentencia pronunciada por los Árbitros en el pleito entre los Obispos de Segorbe y de Valencia, la parroquia de Alpuente fue adjudicada, lógicamente con sus aldeas, en 1267, al Obispo de Valencia, pero por sentencia de 19 de mayo de 1347 se condenó al Obispo de Valencia a restituir al de Segorbe, entre otras parroquias, la de Alpuente.
De la Historia de Nuestra Señora de la Consolación, impresa en 1795, tomamos la siguiente referencia concreta de Titaguas: «con Auto recibido por pedro López en 18 de abril de 1520, pónense Sacramentos en Titaguas,y para su administración un Vicario, siendo Obispo de Segorbe don Fr. Gilaberto Marti, y después, en 1565, siendo don Fr.Juan de Muñatones, se hizo Rectoria, cuyo Rector hasta estos últimos años tenía la obligación de venir a la ofrenda como queda dicho del de la Yesa, y al tiempo del Ofertorio pasaba a ofrecer un cirio de una libra de cera, y seis dineros para la Fábrica, como en el Auto de desmembración se contiene;pero por ciertas circunstancias se comprometieron en que no viniese personalmente a esta Ofrenda, mas prosigue contribuyendo con cierta cantidad al Rector y Fábrica en razón y reconocimiento de haber sido desmembrada de esta parroquia.»
De lo dicho se colige que la parroquial de Titaguas nace en 1520. Sorprende a primera vista que La Yesa naciera como parroquia casi dos siglos antes que Titaguas. En efecto leemos en «»Noticias de Segorbe y su Obispado» que el Obispo de Valencia, don Raimundo Gastón, erigió en agosto de 1346 a La Yesa en parroquia con esa misma obligación de la Ofrenda, y cabría suponer que la parroquial de Titaguas fuera de la misma época. Pero, sin embargo, en la «Constitutio de divisione praebendarum de 1381» del episcopado de Segorbe, que enumera los lugares en que tenía el Cabildo sus rentas, mencionase Alpuente, Aras y La Yesa, pero no Titaguas. Si añadimos a ello el retraso que Titaguas llevaba respecto de su nacimiento a la vida municipal con La Yesa, que era Municipio desde1588, Habremos de convenir que la evolución de nuestro pueblo en el orden eclesiástico observaba cierto paralelismo con respecto al orden municipal.
Por otra parte, el Auto citado de 1520 no contradice, antes afirma, la relación de las visitas pastorales giradas a Titaguas y que conocemos por la mencionada obra de la diócesis de Segorbe. En la visita de don Gaspar Jofré de Borja de 1524 todavía no se menciona a Titaguas y sí, en cambio a La Yesa y Aras. En las visitas del mismo Prelado en 1536, 1539 y 1543 ya figura Titaguas como Vicaría, como así También en la visita de don Gil Ruiz de Liori en 1581. En cambio, en el empadronamiento de las rentas eclesiásticas del Obispo don Diego Muñoz Baquerizo en 1715 figura ya Titaguas como Rectoría. Y, en fin, la relación de visitas pastorales a nuestra villa es ininterrumpida, figurando todas ellas en la mencionada obra.
Como decimos, Titaguas fue hasta mediado el siglo XVIII una aldea de Alpuente. En 1729 Felipe V declaró villa libre y real, y desde entonces tiene su propia historia en el orden municipal.
En las guerras carlistas todo el señorío de Alpuente fue escenario de la lucha entre los bandos rivales y entre los daños materiales que sufrió Titaguas, aparte la exacción de víveres y dinero según las alternativas de la lucha, figura la destrucción de la ermita de la Virgen del remedio.
Por esta época Titaguas cuenta con 290 casas de mediana fábrica distribuidas en treinta calles y cuatro plazas. Dispone el pueblo de Casa Ayuntamiento, cárcel, escuela de niños, dotada con 4.500 reales y otra de niñas. La iglesia parroquial está servida por un cura de patronato real y dos beneficiados que presentan los parientes. Tiene Titaguas algunos servicios públicos, entre otros, Fuente, abrevadero y lavadero cubierto con tejado. Entonces todavía no estaba construida la carretera general Valencia Ademuz (que todavía no está terminada al cabo de un siglo) y los únicos caminos eran de herradura y en malas condiciones. El correo se recibía dos veces por semana desde la administración de Liria (Madoz).
La población creció regularmente. Madoz le asigna en 1840, fecha de su diccionario, 305 vecinos y 808 almas, con una capacidad de producción de 4.496.293 reales, de impuestos 59.247 y de contribuciones 11.449 reales.
En la guerra de la Independencia cítase Titaguas con ocasión de un cabildo que se reunió en nuestra villa el 27 de noviembre de 1812, que congregó a los canónigos dispersos por la serranía como consecuencia de la ocupación del territorio diocesano por los franceses y consiguiente desbandada.
En el año 1910 tiene Titaguas 725 edificios y 94 albergues y una población de 1.199 habitantes de hecho y 1.231 de derecho.
Hoy nuestra villa, aunque no menos población, se encuentra en vías de resurgimiento. Su aspecto urbano ha mejorado sensiblemente y sus servicios también ; tiene fuentes públicas, una magnífica escuela, lavadero público encristalado con pilas individuales y un departamento para el lavado de ropas de enfermos. De reciente también, teléfono. La Bodega cooperativa de Santa Bárbara , cuyo presupuesto se cifra en casi un millón de pesetas, es hoy una gozada realidad. Y en proyecto, servicios de mayor envergadura, entre otros lo de alcantarillado, agua potable, etc.
BIBLIOGRAFIA:- Prácticamente nada existe escrito e impreso que haga referencia directa a Titaguas toda vez que la historia civil, natural y eclesiástica de Titaguas que se afirma escribió Simón Rojas Clemente es manuscrita y tal vez dificil de averiguar su paradero.

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Recuperemos Tiempos de Antaño


Palo enjabonado
Consiste en una pino o pértiga de 5 a 6 metros y de unos 20 centímetros de diámetro, que clavado en tierra está totalmente derecha, untada de grasa, o jabón por la cual se trepa, para alcanzar un premio atado en su cima.
Diversión que consiste en ver subir y resbalar una y otra vez a los participantes, hasta que llega el momento en que alguno alcanza la punta y logra el jamón, el pollo o algunos productos comestibles.
Entretenimiento que es un desafío para el niño o el adulto del pueblo, espectáculo que se realiza comúnmente para fiestas patronales. En Aras de los olmos se a perdido este evento cultural que se hacía todos los años en la plaza del Olmo, y era uno de los actos que mas personas reunía para verlo. Esperemos que algún día este en el programa de fiestas y se vuelva hacer.
Origen. Su nombre originario es cucaña y, en Italia, en Nápoles, era muy común durante los siglos XVI y XVII en las fiestas populares. En medio de una plaza pública se formaba una pequeña montaña artificial que simbolizaba el Vesubio. Del cráter de aquel falso volcán salían en erupción salchichones y distintos manjares especialmente macarrones los que, al desprenderse, se cubrían de queso rallado, cubriendo la montaña a manera de cenizas. La gente acudía para apoderarse de aquellos alimentos. Después se sustituyó la montaña por un alto poste desde cuya cima pendían los salchichones, aves, etc.
El palo ensebado, el árbol de mayo, adornado con cintas y frutas, que se colocan en algunos pueblos de España en un paraje público, al cual durante el mes de mayo concurren las mozas y mozos a divertirse con bailes y regocijos.
El palo enjabonado quizás sea un vestigio, supervivencia del culto dendrolático mezclado con actos de fe religiosa.
En muchos países europeos es conocida la danza de las cintas de mayo en torno al árbol.
El árbol o un poste recuerdan los ritos de la fertilidad. Casi todas las danzas de la fertilidad se celebran en torno a un largo madero.

Las Plantas Medicinales de la Abuela Genara


CERRAJA COMÚN/LLETSÓ FÍ
Sonchus oleraceus L. (Compuestas)
Descripción:
Erecta, hojas glabras, alternas, abrazadoras, divididas en segmentos orientados muchas veces hacia abajo. Flores amarillas aplanadas reunidas en capítulos.
Ecología: Medios alterados y nitrifícados, algo húmedos.
Parte utilizada: Sumidad aérea y látex.
Principios activos: No conocidos.
Acción fisiológica y usos: Popularmente como diurética, refrescante, febrífuga, y galactogoga.
Dosis: Se consume la planta fresca en ensalada.
Observaciones: Otros congéneres como sonchus tenerrimus L. (cerraja de pared; lletsó de cingle) y Sonchus asper (L.) Hill (cerrajón; lletsó) se emplean con los mismos fines, constituyendo junto con los dientes de león o lletsóns d´ases (Taraxacum sp.pl.) una mezcla que se consume en ensalada o con la que se preparan «pastisets de brossa».

SOT de CHERA en los Archivos de la Serranía 1950

GEOGRAFIA.
GENERALIDADES.
SOT de Chera
se halla situado en el extremo occidental de la provincia de Valencia, comprendido a 39º 34´y 39º 39´de latitud septentrional y a 2º 44´y 2º 50´de longitud oriental del meridiano de Madrid.
Limita al NO: con el término de Loriguilla, al SE. con Gestalgar, al NE. con Chulilla y al O. con Chera.
La altura sobre el nivel del mar es de 340metros.
Dista de Valencia, la capital, 68 Km. y 26 de Villar del Arzobispo, su cabeza de partido Judicial.
La extensión superficial del término es de 3.346 hectáreas, 25 áreas.
La población está colocada al pie de una roca de composición calcárea, de unos cien metros de altura, conocida con el nombre de Morrón.
Nuestro término posee un clima templado, con máximas de 30º y mínimas de 3º bajo cero, llueve en primavera y otoño con una precipitación media aproximada de 30 litros por metro cuadrado; la benignidad del clima hacé que se cosechen todas las plantas de tipo mediterráneo.
Orografia.- Nuestro montuoso término es de formación reciente. Parece ser que el sistema montañoso pertenece al plegamiento Alpino, observándose en distintos puntos grandes deformaciones de las capas de piedra, casi todas de origen sedimentario y composición calcárea, lo que prueba en este período geológico la existencia de grandes hundimientos, acompañados de movimientos sísmicos que han dado lugar a la creación de enormes fallas, barrancos, etc.
Durante el fenómeno gibraltareño parece ser que fue fondo de mar, ya que, en la ladera de la montaña donde esta enclavada la ermita de san Roque, así como en otras, existen cantidades aglomeradas de fósiles (annobites, belemnites y otros), lo que demuestra esta hipótesis.
Por estos procesos y el de la erosión fluvial posteriormente, nuestro término posee abruptas montañas, como las de:La Sierra. (cordillera ésta que recibe distintos nombres en cada paraje: Tarraque, La Jaca, Fuentecillas, Morroncillo y Pozo Mínguez). El monte y paraje denominado Pozo Mínguez está el vértice geodésico Tarraca, a 913 metros el nivel del mar.
También tenemos las montañas de Pinada Preñada, Los Monegrillos, Los Poyales, Alto de la Jimena, Alto de las Pedrizas, Los Covarchos, Campanillas, El Cerro, El Aguilero, las Cimas, etc:
Hidrografia.- Solamente tenemos el río Sot; su nacimiento, de curso regular, lo tiene en este término municipal, en el paraje conocido por Las Fuentes, aunque la cuenca es lo suficiente extensa para mantener la regularización del pantano de Buseo y proporcionar buen caudal al río Guadalaviar.
Tiene 12 Km. de curso, aproximadamente, regando una extensión superficial de 500 hanegadas.
Pasa junto a Sot de Chera y besando los muros de su vetusto castillo forma reducido valle que, esmaltado por las montañas que le circundan, hacen un paisaje pintoresco.
Hay en nuestro término municipal cincuenta y dos fuentes , de las que destacan. Fuente de Santa María, por sus propiedades curativas (aparato digestivo) Fuente Fech (hígado y demás enfermedades hepáticas) y la del Ramblizo (contra las herpes).
Agricultura.- El pueblo es eminentemente agrícola. La agricultura es intensiva; los predios resultan pequeñísimos.
La explotación agrícola se realiza también modernamente, en lo que respecta a trabajos de poda, escarda, siembra, cuidado de plantas y extinción de insectos.
Produce el término toda clase de cereales, legumbres y hortalizas; en árboles todos los tipo mediterráneo, como naranjos, albaricoqueros, almendros, algarrobos, olivos, etc.
Vías de comunicación.- Atraviesa el término la carretera provincial que enlaza con la de valencia-Ademuz,en Losa del Obispo.
Recientemente se ha instalado el servicio telefónico.
Población.- Sot de Chera aumenta paulatinamente, ya que, según los datos de población que se han podido adquirir en el año 1646 tenía 86 vecinos, en 1798, 140 vecinos, y en 1850, 142 vecinos. La población de derecho en 1938 era de 753 habitantes, la de 1940 de 778 habitantes y en la Rectificación Padronal de 1944, la de823 habitantes.
HISTORIA
Aunque con anterioridad a la dominación árabe no posee antecedentes históricos nuestro pueblo, podemos afirmar que hubieron asentados elementos romanos en nuestro término municipal, ya que, en el paraje conocido por los Casericios, se han encontrado algunas monedas romanas y vasijas.
Durante la dominación árabe, su nombre fue el de Xera; (actual barrio del castillo y Molino), después se construyó el pueblo bajo de ese Xera o promontorio del Castillo y atendiendo a la etimología de la palabra Sot, que significa bajo, se formó la compuesta de Sot de Xera.
Tenemos el molino maquilero, llamado Molino del Conde, al que se calcula la existencia de ocho siglos, pues tiene una piedra de molturar con varias inscripciones árabes, un dibujo parecido a una armadura guerrera y la inscripción:Año 1153. Referente a este Molino se puede demostrar que, en el año de 1540, Don Miguel Angel de Monpalau, de la Baronia de Gestalgar y Sot de Chera, expresa en una de las cláusulas de Carta-Puebla: …Y es que estáis obligados a tener con derecho el Azud y acequia y molgais a dos almudes por cafuz y si caso fuere que por fortuna se derruyera la acequia o azud y fuese menester manobra de argamasa, que yo la ponga y pagaré el maestro y vosotros los jornales….
Como colofón demostrativo de la presencia de del elemento árabe, diremos que existen en el término dos pajares con las denominaciones de Aldubaya y Zam-Buig,, así como los vestigios de cerámica encontrados en las excavaciones practicadas alrededor del castillo.
En 1271 aparecen unos documentos en los cuales constan varias villas de la comarca, entre ellas Sot de Chera, siendo su señor territorial don Hurtado de Lihory, caballero militar del Rey Don Jaime, en la conquista del Reino.
Durante el año 1355,e su señor don Gonzalo Ruiz de Lihory.
En el libro de Donaciones Reales que existe en el Archivo del Reino, consta la donación que hace el Rey Don Pedro al Infante Don Martín de nuevo imperio y de toda la jurisdicción civil y criminal del lugar de Sot de Chera y su término, cuya donación se hizo el 23 de octubre de 1371. (Tomo 1.º, Folio 180).
El 10 de enero de 1540, se verifica la Escritura de Población o Carta-puebla de Sot de Chera, otorgada por don Miguel Angel de Monpalau, señor de la Baronia de Sot de Chera y Gestalgar, a favor de doce moradores, mediante la cual pasan a ser vecinos con los derechos y deberes que, en la misma se expresan.
De la referida escritura obra copia en nuestro Archivo Municipal, sacada en 20 de diciembre de 1741. Está Registrada en la Mano 17 del Libro de Mandamientos y Compras d la Corte Civil de Valencia, del año 1630.
Fue rectoría de moriscos, expulsados en 1609 por Felipe III, y se le pagaron a Don Baltasar de Mompalau, por el Estado, los perjuicios que se le habían irrogado con motivo de tal expulsión (pracmática de 1614).
Entonces quedó el pueblo falto de brazos para la agricultura, y vinieron del cercano pueblo de Chulilla unos cuantos labradores a cultivar las tierras. De estos inmigrantes proceden los apellidos de Fabuel y Vanacloig.
El 28 de abril de 1654, Don Gaspar de Mompalau y Mureli, Conde de Gestalgar y Sot de Chera, para evitar discordias entre ambos pueblos, ordena el acta de levantamiento de los mojones, los cuales, derruidos, ya existían desde tiempo inmemorial.
He aquí el relato épico de la Guerra de la Independencia, cuando sucumbió el comandante de Guerrillas D. José Romeu y Parras, héroe español que personificó la resistencia valenciana contra el traidor invasor.
El 7 de junio de 1812, la Guerrilla de Romeu, procedente de Siete Aguas, penetró en Sot de Chera, pueblo que había elegido por sus condiciones estratégicas para concentrar a varios Jefes de Guerrillas que actuaban por parte de Cuenca y Teruel , y al amanecer del día 8 de junio, Sot de Chera, invadido por las tropas francesas, al mando del Comandante y jefe (enviado especial del Coronel Saint-Georges de la plaza Militar de Liria),:Jefe del 14 Regimiento de Infantería de Línea, con 1870 franceses, apresaron a nuestro héroe en compañía de su Lugarteniente Luis Roca.
Para apresar a Romeu fue preciso un traidor, un miembro de su misma partida llamado el Receloso.
Conducido a Valencia fue ahorcado el 12 de junio de 1812, en la plaza del mercado; la sentencia fue firmada de puño y letra del Mariscal Suchet, haciéndole pasar cuatro veces por la angustia de ser ahorcado o fusilado.
En Sot de Chera quedó el resto de la guerrilla, siendo fusilados cuarenta y cinco hombres.
José Romeu y Parras fue un valenciano nacido en Sagunto, como él mismo contestó al comisionado de Suchet, Mr. Gavilán, cuando éste le daba a elegir entre la muerte y los honores, ofreciéndole un buen puesto en el ejército francés si se retractaba y acataba las órdenes de Napoleón.
Fernando VII, por quien sacrificó Romeu bienes, familia y vida, concedió a la viuda míseria recompensa. La patria olvidó pronto al héroe, el Ayuntamiento de valencia, hizo lo propio, y únicamente la Sociedad Lo Rat Penat, en el centenario de su muerte colocó una lápida en la fachada de la Lonja que da al mercado y mencionado Ayuntamiento dio el nombre de Plaza del Guerrillero Romeu, pero no cumplió el acuerdo de erigir un monumento en el lugar donde había sido ahorcado para honrar su memoria como lo acordó la Junta del Reino, en la sesión extraordinaria que celebró la misma noche en que murió Romeu.
El 2 de abril de 1836, después de la derrota carlista de Chiva, se refugia en este pueblo el General Cabrera, acompañado del pretendiente al Trono, el presunto Carlos V.
El último señor de este pueblo hasta 1814 fue el Conde de Carlet.
El 6 de octubre de 1874 (segunda guerra civil), pasando los carlistas por el pueblo de Gestalgar, fueron a pernoctar a Sot de Chera, en donde quemaron el Registro Civil y rompieron la lápida de la Constitución, llevándose muchas armas los voluntarios de Santes Murgui.
En el año 1836, los habitantes del caserío de Chera solicitan del Gobernador Civil la emancipación de este caserío de nuestro pueblo, cuyo expediente se instruye durante los años de 1836 a 1840. En 1841, se instruyen las primeras diligencias de amojonamiento.
En nuestro Archivo municipal se conserva el acta de constitución del primer Ayuntamiento que se formó en Chera.

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Oficios de Antaño Hojalatero y Remendón

Hojalatero y Remendón. Oficio prácticamente desaparecido en estos días; muestra los trabajos en hojalata muy utilizados antiguamente en utensilios de cocina y otros menesteres. Todavía se sigue empleando la hojalata en muchos de los envases para conservas, principalmente en los que tienen que soportar, después de su cierre hermético, un proceso de esterilización en autoclave, pero la fabricación de este tipo de envases está tan automatizada que la labor del operario se limita a alimentar de materia prima la cadena de producción, pulsar botones de la maquinaria y recoger el producto terminado al final de la cinta transportadora. Trabajo rutinario que, tras una breve explicación por un oficial, puede realizar cualquiera.
El técnico y sus auxiliares han sustituido al artesano. El hojalatero de taller (estaba también el hojalatero y remendón ambulante), debía imprescindiblemente de tener unos profundos conocimientos de geometría y de cálculo. El señor Juan Domínguez los tenia sobradamente ya que lo hacia todo y reparaba todo así apareció en Aras. En el corral del molino, con su familia, subidos en el carro tirado por un macho, allí se quedaron varios noches a dormir, y por el día a iban a reparar utensilios y a vender, hasta que se alquilaron una casa en el pueblo y se quedaron a vivir.
Téngase en cuenta que de hojalata o de zinc eran las medidas de capacidad para líquidos, y, en consecuencia, recibía encargos de recipientes que, además de ser de una determinada forma geométrica su contenido debía de ajustarse exactamente al litro, la arroba o sus fracciones respectivas de medio, cuarto y octavo.
Con estos recipientes se medía el aceite en las tiendas, la leche en las lecheras y el vino en las bodegas. Por lo tanto su trabajo había de ser de una precisión milimétrica. Para ello debía valerse y saber manejar herramientas tales como el calibrador o pie de rey, el compás, la regla, la escuadra, etc. y, al mismo tiempo, realizar complicadas operaciones aritméticas aplicando fórmulas que bien pueden considerarse de matemática superior. El señor Juan Domínguez lo dominaba.

En el taller del hojalatero se fabricaban una gran variedad de utensilios para muy distintos fines; como por ejemplo: cántaros para leche o aceite; vertedores para las tiendas de comestibles; baños medianos para fregar la vajilla cuando en las casas no había agua corriente; grandes recipientes para el aseo de toda la familia en las viviendas que carecían de cuarto de baño, que eran la mayoría hasta muy avanzada la segunda mitad de este siglo; bombas manuales para la extracción de líquido de los bidones; artilugios para la fabricación de churros; embudos, candiles, faroles, alcuza, el jarrillo de lata tenía la virtud de la frescura en verano para beber el agua, ya fresca de la tinaja de barro que la contenía. Una tinaja con tapadera de madera, comprada a los aprendices de carpintero (cada cual se las buscaba como sabía y podía), que ocupaba un rincón de la humilde cocina sin agua corriente de las casas de patio con un grifo común, lo mismo que el retrete, el que no tenia iba a la cuadra o al corral.
Pero tenía un inconveniente: lo caliente…, en fin; la lista se haría interminable. Toda una cacharrería hojalatería que ha desaparecido; unas por no tener ya aplicación y otras por emplearse para ello nuevos materiales; como el plástico, por citar alguno. El hojalatero o remendón ambulante; mejor dicho: el latero. Aquel de la caja de madera para las herramientas y el material, que portaba con una correa de cuero colgada a un hombro; el del anafe encendido y alimentado con tablillas y virutas, del que sobresalían los mangos de madera de una par de soldadores de cobre y cuyas cabezas estaban enterradas entre las brasas, anafe provisto de un asa larga de alambre y que llevaba bien aferrada a una mano; el latero que recorría las calles y las plazas de los pueblos pregonando a voz en grito sus servicios.
Allí donde era requerido improvisaba su taller; ya fuera un patio de vecinos, un portal o la misma calle. Sentado en el suelo, abría la caja y avivaba el fuego del anafe. Con mirada experta analizaba concienzudamente el cacharro a reparar; pongamos por caso una olla de porcelana con una picadura en el borde del fondo.
Lo primero que hacía era sanear la parte picada, para lo que se valía de una lima basta hasta dejar lustroso y brillante los bordes del agujero; luego, de un tarrito que llevaba adosado a uno de los lados de la caja, sacaba un rudimentario pincelillo impregnado en ácido clorhídrico, previamente rebajado diluyendo en él trocitos de chapa de cinc, y con el cual humedecía la parte saneada.
Después cogía uno de los soldadores del anafe, limaba suavemente el filo del cobre por ambos lados y le daba una pasada por la pez rubia contenida en la tapadera invertida de una caja de crema para zapatos.

Con el soldador limpio y casi al rojo vivo en una mano y la barrita de estaño en la otra, los acercaba a la parte averiada del cacharro derritiendo sobre ella unos goterones de estaño que iba extendiendo cuidadosamente con el soldador hasta cubrir el agujero; si éste era muy grande recortaba con las tijeras un trocito de hojalata que soldaba en el mismo a modo de remiendo.
El trabajo se cobraba, como es lógico, en función del material y el tiempo empleado, y que se concertaba de antemano tras el consabido regateo, pues este oficio de latero ambulante era propio de gitanos, y ya se sabe con qué gusto y gracia ejercen los hombres de esta raza el chalaneo. Pero personas muy listas, en la serranía valenciana sobre los años 1950, apareció una familia con un carro y un macho que le gusto el pueblo y se quedo, hacia el recorrido por los pueblos, y volvía otra vez a Aras, personas humildes pero muy buenas, nadie hablaba mal de ellos, aquí hicieron su familia, 3 hijos y una hija, los saco todos adelante, porque el señor Juan Domínguez y su esposa Josefa eran unas personas muy listas y muy educadas, persona que para todo el pueblo era como un ingeniero todo lo arreglaba ,una familia más del pueblo hasta que se jubilarán, y faltaron ellos, los hijos vienen alguna vez por el pueblo la hija tiene casa, aunque vive en Francia, pero viene y pasa varias semanas en Aras

CARNABALES ARAS de los OlMOS


AYUNTAMIENTO ARAS DE LOS OLMOS.
DÍA 26 DE FEBRERO
19 horas. Encendido de la hoguera en la Plaza los Serranos.
20 horas. Pasacalle por todo el pueblo, salida desde la hoguera.
21 horas. Cena popular alrededor de la hoguera a base de carne de cerdo (Peña Ciclista), sardinas y vino.
22 horas. Recital de murgas en el Teatro municipal.

Las Plantas Medicinales de la Abuela Genara


VARA DE ORO
Solidago virgaurea l. (Compuestas)
Descripción:
Herbácea, con tallos erectos generalmente simples. Hojas alternas, las inferiores ligeramente pecioladas y las superiores sésiles, de contorno lanceolado. Flores amarillas agrupadas en capitulo.
Ecología: Suelos silíceos o descarbonatados en linderos y bosques caducifolíos y mixtos de zonas montanas húmedas.
Parte utilizada: Sumídad florida.
Principios activos: Sapoonósidos, taninos, flavonoides, ácidos fenólicos y cumarinas.
Acción fisiológica y usos: Diurético indicado en cistitis, nefritis agudas y ademas de origen renal. Los taninos lo hacen útil como astringente en las diarreas se les atribuye una disminución de la permeabilidad capilar que favorece la circulación venosa. Por vía externa es astringente.
Dosis: Infuso (1cucharada/taza), 2-3 tazas día después de las comidas.

14 de Febrero San Valentin


El amor y la amistad
siempre difíciles de alcanzar;
por que surgió la amistad
solo para amor solucionar
las tristezas que deja
a una persona el amar.
El amor, un sentimiento
al que no se puede entender
y es que llega cuando
menos te lo esperas,
llega sin siquiera avisar,
de repente te das cuenta
de que te puedes enamorar,
a veces por tratar como amigo
el amor de tu vida encontrar
te olvidas de todo en el mundo
lo que a tu alrededor esta,
incluso te olvidas de amigos
de que existe la amistad.
Que será más difícil perderlos
de poder volverlos encontrar
es un gran dilema el amor
que no llego a solucionar;
el único amigo y ansiado amor
o el verdadero amor y amistad

SINARCAS en los Archivos de la Serrania 1950

HISTORIA. Los orígenes de Sinarcas son tan remotos que se pierden en la nebulosa de los tiempos.
Aunque se carece de noticias fidedignas que permitan concretar fechas hasta el siglo XIII después de J.C., la diversidad de objetos hallados en sus proximidades (estela ibérica, orzas cinerarias, monedas, esculturas, inscripciones, etcétera), demuestra hasta la saciedad que las principales civilizaciones de nuestra patria, desde la más lejana antigüedad, han tenido asiento en este pueblo, dejando huella indelebles de su permanencia en él.
Estudiando detenidamente estos objectos y con ayuda de las tradiciones locales y otras referencias, puede reconstruirse a grandes rasgos la historia de este pueblo legendario.
Pasando por alto su prehistoria, por no poseer datos suficientes para sentar conclusiones, hallamos al llegar los tiempos históricos una población ibérica en la colina donde hoy está situado el pueblo viejo y en cuya vertiente O. se halla la necrópolis. Esta población, llamada Arcas en honor de su fundador, según algunos historiadores, o por existir en ella o proximidades sepulcros o santuarios famosos (que esto significaba en la antigüedad la palabra Arcas) o por otras causas desconocidas, recibió influencias célticas, grecoorientales y romanas sin perder su primitiva personalidad hasta final de la edad antigua, en que se romaniza, adoptando las costumbres e idiomas de los romanos y conservando únicamente el nombre primitivo. Esta romanización es posible porque los romanos explotaron una mina de hierro situada en la parte N. del término municipal, de la que todavía se conservan numerosas y profundas galerías, y cuyas escorias se hallan esparcidas por todo el extenso campo llamado de las herrerías y lugares próximos. Entonces llegarían seguramente muchas gentes de diversas procedencias. La población crece y se transforma. Probablemente se fundarían otros núcleos en las laderas de los cerros Carpio y San Cristóbal con los castillos de defensa común en lo alto de estos cerros, donde todavía se conservan numerosos vestigios, y esto explicaría la existencia de la necrópolis romanas en la cañada del pozuelo.
De la dominación visigoda no hay vestigios, y aunque el Padre Marés diga que Sinarcas fue destruida por los godos, cabe la posibilidad de que no la destruyeran, sino que, alejada de núcleos importantes de población y abandonada la explotación de la mina de hierro, tal vez por agotamiento de los bosques circundantes, fuese perdiendo importancia paulatinamente y viviendo en precario su vida anterior sin grandes interferencias por parte de los godos y como olvidada por ellos. Esta consecuencia se deduce del hecho de que, cuando varios siglos después la pueblan o dominan moros cenetes (individuos de la tribu berberisca de zeneta, una de las más antiguas y principales del N. de África), sigue predominando en su nombre el primitivo Arcas, llamándose Cenarcas, cosa poco menos que imposible si hubiera sido totalmente destruida con tres o cuatro siglos de antelación. Este nombre, del cual se deriva Sinarcas, es el que tenía cuando fue reconquistada, seguramente por D. pedro II de Aragón, padre de D. Jaime I el Conquistador, a principios del siglo XIII.
De todas formas, D. Jaime I que reina desde 1213 hasta 1276, posee este pueblo y lo da a uno de sus hijos habido con su tercera esposa D.ª Teresa Gil de Vidaure, D. Jaime de Jérica I. el día 3 de Septiembre de 55, juntamente con Chelva y Jérica, y lo gobierna durante 29 años, sucediéndose su hijo D. Jaime de JéricaII, al cual debe Sinarcas la Carta Puebla, base de sus libertades ciudadanas, otorgada el 23 de marzo de 1304.
Se suceden varios monarcas de la Casa de Jérica, y al morir D. pedro de Jérica en 1369 sin sucesión masculina, su hija D.ª Beatriz, temiendo que estos Estados volvieran a incorporarse a la Corona de Aragón, por exigirlo así el testamento del Rey D. Jaime, vendió el Valle de Chelva, al que pertenecía Sinarcas, a D.Ramón de Vilanova, el año 1380, por 26.600 libras. Su hijo. D. Pedro Ladrón de Vilanova,recibió del Rey D. Juan I el titulo de Vizconde de Chelva el año 1390. Uno de sus sucesores, D. Jaime Ceferino Ladrón de Pallás, recibió de Felipe III de Austria el título de conde de Sinarcas, el año 1599. Felipe IV concedió al esposo de la Condesa de Sinarcas, D.ª mariana, D. Juan de Palafox, sobre sus anteriores títulos, el de Marqués de Sot de Soneja, el año1666.
En lo sucesivo, los Señores de Sinarcas emplearon con preferencia el título de Duques de Villahermosaa, heredado de D.ª maría de Silva, esposa del Conde D. Gaspar. todavía se conservan en la población antigua dos calles con los nombres de calle del Conde y calle del Horno del Duque, y no hace muchos años (el 22 de junio de 1865) se adquirieron, previo pago por todos los vecinos, los últimos bienes que los Duques de Villahermosa poseían en este término municipal.
El año 1600 se inició la construcción del hermoso templo parroquial de Santiago Apóstol, de estilo renacimiento en su aspecto general, en cuya bóveda está adosado el escudo de la Villa.
En lo que va de siglo, Sinarcas ha ido rescatando gran parte de sus bienes enajenados en tiempos de incuria e irresponsabilidad, previo pago de los mismos, e introduciendo mejoras de toda índole. Sobre todo a partir del año 1911, en que se canalizan las aguas del manantial de Ranera, se perfeccionan los procedimientos de cultivo y se intensifica la plantación de viñedo.
GEOGRAFIA. Situación, extensión y limites.
El término municipal de Sinarcas está situado en la parte occidental de la provincia de Valencia y del partido judicial de Chelva, de los que forman parte. tiene una extensión aproximada de 105 kilómetros cuadrados, y limita al N. con Tuéjar; al E. con dicho pueblo de Benagéber; S. con Utiel y Camporrobles, y al O. con Aliaguilla y Talayuelas que pertenecen a la provincia de Cuenca.
Geologia El pueblo de Sinarcas está situado en el borde de una pequeña mancha diluvial formada por arenas, arcillas arenosas y calizas disgregadas.
Este terreno diluvial está rodeado por fuertes calizas jurásicas con sólo un pequeño paso de caliza cretáce, que constituyen los cerros y terrenos del S. y E. de la población, y otra capa de rodenos triásicos, que forman los cerros, y cordilleras del N. y O. de Sinarcas.
Estas calizas jurásicas, por su impermeabilidad, pues son muy compactas, determinan dos cuencas hidrográficas: la de Sinarcas y la de Utiel y Caudete.
Topografia. El término de Sinarcas, topográficamente considerado, es, en líneas generales, una meseta de 850 m. de altitud media, interrumpida por los cerros Carpio y San Cristóbal, situados dos Kilómetros al Se. de la población y bordeada por el Picarcho (1.305 m.), punto más septentrional y elevado de la demarcación municipal, Peña del Rayo, Cerro Mortero y las Blancas, al N.; Valdesierras y la Marica, al E.; estribaciones de la Sierra de Utiel, al S., y la Relamina (1.035 m.), al O.
Esta meseta se extiende hasta las proximidades del Pico de Ranera, de 1.430 m. de altitud, situado en el término de Talayuelas, provincia de Cuenca, y está cortada de O. a E., en su parte septentrional, por el arroyo denominado el Regajo, que vierte sus aguas al río Turia, y cuyo valle es profundo y muy agreste, y se extiende desde la Toba, situada unos 5 Km. al N. de la población, hasta el Charco Negro, 9 km. al NE.
Cerca de este pintoresco caserío desaguan la accidentada Rambla de las Surtidoras, que corre de S. a N. desde el caserío de Lurdilla con diferentes nombres, y la rambla del barranco Borbón, procedentes del N.
Los demás arroyos y torrentes , como el de Ranera, ramblas de la Cobañera, de la Hoz, etc., apenas modifican la planicie por donde discurren.
El clima. Sinarcas tiene clima de altura. Extremado, pero seco y sano. Inviernos largos y fríos; veranos cortos y templados. Atmósfera transparente. Su suelo seco y elevado no se apto para el desarrollo de enfermedades.
Economía. El pueblo de Sinarcas es eminentemente agrícola y ganadero. Los cultivos se reparten en su suelo de las siguiente forma, aproximadamente.
Hectareas
Viñedo………………………………… 600
Cereales……………………………….. 950
Huerta (casi toda eventual)………… 100
Montes bajos…………………………. 3.000
Pinares………………………………… 5.900
Unas 2.500 ha. de pinares y otras tantas de monte bajo pertenecen al Ayuntamiento, cuya explotación controlada en gran parte por el Servicio Forestal. le permite nutrir sus presupuestos sin necesidad de gravar con impuestos a los vecinos.
Caza, las especies corrientes de la región y, además, jabalíes.
La minería, aunque recientemente se han denunciado un vencimiento de caolín y otro mineral de hierro, no está desarrollada, explotándose únicamente las canteras de yeso de la Tob.
La industria reduce a dos talleres de herrería donde se construye y repara principalmente maquinaria agrícola, tres serrerías mecánicas con carpinterías anejas, una fábrica de harinas, dos molinos de piensos, tres tahonas, dos tejerías, una guarnicionería, dos hornos y molinos de yeso y varias bodegas, entre las que destacan por su importancia y modernas instalaciones la Bodega-Cooperativa.
Comunicaciones. Sinarcas a pesar de sus fáciles accesos, sobre todo en la dirección de Utiel, dispone de escasas comunicaciones para su potencial económica y exigencias de la vida moderna, sintiéndose en gran manera la falta de ferrocarril. Su término sólo es atravesado por la carretera general de Alicante a Francia por Zaragoza y un pequeño trayecto de la carretera Utiel-Chelva, por Benagéber.
Población El censo de 1958 da a Sinarcas una población de 1.631 habitantes de hecho y 1.662 de derecho. Esta población reside casi toda en la capital del municipio.
El carácter. Sinarcas, florón de Valencia, ha heredado de sus primitivos pobladores el amor a la independencia y al patriotismo; de Aragón, la nobleza, el tesón y la laboriosidad; de Castilla, la hidalguía, y de Valencia, la simpatía, el amor a la música, el optimismo, la imprevisión y ese espíritu abierto y comprensivo que lo hace cordial, tolerante y cogedor.
Urbanismo Hasta el año 1911, en que se canalizan las aguas potables del manantial de Ranera, se instalan fuentes en diversos lugares de la población y domicilios particulares y se inicia un plan nuevo de edificación con calles anchas , viviendas higiénicas y edificios públicos eficientes, no se puede hablar de urbanismo en Sinarcas.
El año 1919 se instala el alumbrado eléctrico, y el 1928 se aprueba un plano de población.
Pero cuando verdaderamente se le da la importancia al problema urbanístico de Sinarcas y se ponen los medios necesario para resolverlo es a partir del año 1951, en que se aprueba el nuevo plano de población, que comprende unos 500.000 metros cuadrados de terreno y proyecta nuevas calles , saneamiento, amplias avenidas y paseos, fuentes, iluminación, jardines , etc.; proyectos algunos ya realizados, otros en vía de realización y otros que han superado lo previsto, como el magnifico Parque Municipal, el Campo de Deportes y la Avenida del Oeste.
Monumentos artísticos e histórico, En Sinarcas no hay apenas monumentos artísticos ni históricos, aunque persisten vestigios de que han existido; restos de murallas, plantas de templos torreones y castillos, etc.
El único monumento artístico de categoría es la Iglesia Parroquial, de estilo renacimiento en su aspecto general. Dos ermitas bastante antiguas, aunque recientemente restauradas, son de aspecto pobre y vulgar.
No obstante, existen edificios de construcción moderna que si no pueden considerarse como verdaderas obras de arte , ofrecen un aspecto agradable y están perfectamente adecuados a la finalidad de su construcción: Grupo Escolar, Depósito de agua potables, cuartel de la Guardia Civil, Casa Consistorial, Matadero Municipal, Lavadero Público, Bodega Cooperativa, Almacén-Granero, Casa de la Falange, centro Primario de Higiene Rural, mercado de Abastos, etc. y numerosos chalets y viviendas particulares de variadas y atractivas formas.
La cultura. El hermoso templo parroquial y el magnifico grupo escolar presiden la vida religiosa, moral e intelectual de este pueblo bondadoso y progresivo, donde prácticamente ha desaparecido el analfabetismo. La vida artística tiene su más brillante expresión en la banda de música, patrocinada por el Ayuntamiento. Sinarcas ha dado en los últimos veinticinco años un contingente de profesionales de la inteligencia tal vez no superado por ninguna población de su categoría, lo que constituye un exponente satisfactorio y esperanzador.

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