Mi Pueblo.

El pueblo donde naci en 1946 Aras de Alpuente, hoy Aras de los Olmos, En la Provincia de Valencia, este pequeño pueblo de no más de 1300 habitantes ha sido el hogar de toda mi familia paterna y, además, el refugio personal que ha sido testigo de mis experiencias personales como infante y como adolescente.
Situado a unos 1000 metros sobre el nivel del mar pero en un altiplano flanqueado por montes de la Cordillera Ibérica, su clima es típicamente continental. Mucho calor en verano, en las horas centrales del día, y mucho, muchísimo frío en invierno. Sus inviernos duran 6 o 7 meses y en los meses de mayo o junio puede haber oscilaciones de temperatura, entre el día y la noche, de 20 o 25 grados. Y no exagero.
Dicen que los recuerdos de la infancia son muy importantes a lo largo de tu vida. Incluso dicen que tu patria es tu infancia. Yo quiero mucho ha Aras de los Olmos; mi refugio, mi lugar de descanso y retiro y, por supuesto, el lugar donde me gustaría acabar mis días.
El pueblo, como siempre me ha gustado llamarlo, fue en su día como el típico pueblo rural. Calles sin asfaltar, luz a 125, agua de la fuente grande, algunas casas tenían pozo y leche ordeñada de la vaca, hervida y tomada para desayunar. Ese era el escenario que esperaba ver los familiares cada vez que salía de Valencia. En la compañía de autocares “La Hispano Chelvana” Eran otros tiempos, entonces tardaban entre 3 y 4 horas en llegar por carreteras nacionales estrechas y bacheadas…
La Chelvana-1
El pueblo fue testigo mudo de mi primer beso, a los pies del paso a nivel, detrás de un rulo de cemento, tumbado en el suelo y rebozado de malas hierbas. Mis primeros mareos (por llamarlos así) por la ingestión desmesurada de bebidas con cierto grado alcohólico. Mis primeras grandes excursiones con bicicleta Esas primeras experiencias marcan a la gente y crean vínculos imposibles de romper, por mucho tiempo que pase. Si a todo esto le sumamos la cantidad de buenos amigos y amigas que uno hace con el tiempo, creo que estoy en condiciones de decir que mi pueblo es mi refugio, mi paraíso en la tierra, el lugar donde me encuentro en paz conmigo mismo.
Hace tiempo que quería escribir algo así, posiblemente algo mejor, pero es ahora cuando me veía en la obligación de hacerlo. Ahora tengo un blog donde regularmente expongo mis ideas y mis reflexiones y ahora, mientras escribo estas líneas, estoy precisamente aquí, en Aras de los Olmos. Siempre he dicho que mi pueblo tiene el mejor cielo que se puede contemplar desde la Tierra. No dejo escapar la oportunidad de fotografiarlo cada vez que visito estos lares y ahora, con la facilidad de compartir información que te ofrecen las redes sociales, lo he compartido con muchísima gente.
Por mucho que cambien los tiempos y la evolución quiera eliminar esos atractivos que quedaron en la retina del recuerdo, Aras de los Olmos sigue conservando rasgos característicos que los años, espero, no consiga borrar. Sigue siendo el pueblo donde la mitad de la población asiste a los actos eclesiásticos de la Semana Santa. Sigue siendo el pueblo donde en las fiestas de guardar, y en horas relativamente normales, encuentras las calles desiertas. Pero sobretodo es el pueblo donde puedes cerrar los ojos, como hice ayer, y percibiendo sus olores, sus vientos dándote en la cara y escuchando sus silencios, puedes retrotraerte a aquellos años de pantalones cortos y magulladuras por todo el cuerpo.
Ahora el pueblo avanza. Irremediablemente la evolución llega y cambia la realidad y la fisonomía de Aras, y los habitantes que no llegan entre Losilla y Aras a 350. Pero mientras sigan quedando paredes de tapia, mientras habiendo caminos que recorrer, andando o en bicicleta, mientras podamos seguir paseando a cualquier hora y saludar a los paisanos y paisanas sentadas en las puertas. Mientras podamos seguir sintiendo todo esto, el pueblo seguirá siendo aquel que tanto echo de menos cuando estoy fuera.
Por todo ello quiero dar las gracias. Gracias a todas y cada una de las personas que hacen que cada vez que visitan Araseventos. Hacen que me sienta en mi pueblo. Muchas gracias.

Fernando Pérez. Araseventos.

6 comentarios en “Mi Pueblo.

  1. amigo fernando se nota que lo has escrito con el corazon en la mano y esos sentimientos tan nobles y sinceros se notan,.yo no naci en aras, pero he pasado muchos veranos en esa maravilloso pueblo al cual agradezco mucho la niñez que pase alli junto a mis tios y primos que me dieron mucho cariño y parte de mi juventud en los veranos.,tienes razon fernando en aras hay un cielo que es unico me acuerdo que salia a cenar a la calle y el cielo estaba completamente lleno de maravillosas estrellas era paz y tranquilidad , tambien recuerdo el salir a tomar la fresca con los vecinos ,que bien lo pasabamos era cada noche una fiesta.
    y como no recordar el baile con la acordeon de Patricio y el pepito no pararia de contar maravillosas anecdotas de aras ese
    maravilloso pueblo de la serrania de valencia. gracias fernando por escribir sobre aras.

  2. Qué verdades tan grandes, qué palabras tan tiernas, que sentimientos tan nobles, qué maravilloso es nuestro pueblo ARAS DE LOS OLMOS (antes Aras de Alpuente). Su gente, sus calles, su plaza, su olmo…TODO!!!. Un abrazo Fernando.

  3. Que envidia que he sentido al leer tus lineas. Yo también he ido «al pueblo» desde que nací. Pero no he tenido la suerte de vivir tantísimas experiencias allí, ya que permanecía en él, pocos días.
    Aún así, me gusta presumir del que considero mi pueblo, «Aras».
    Muy bonitas lineas.
    Un abrazo tío!

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